
El 2 de agosto de 2022, la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, ignorando la firme oposición de China, visitó la región Taiwán de China.
Para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial, China ha tomado contramedidas firmes contra esta visita y la colusión entre Estados Unidos y Taiwán.
Los funcionarios estadounidenses y algunas personas han difundido muchas falacias sobre la cuestión de Taiwán, incluida la reciente visita de Pelosi a Taiwán.
Por ejemplo, EE. UU. está comprometido con la política de una sola China guiada por la «Ley de Relaciones de Taiwán», los tres Comunicados Conjuntos entre EE. UU. y China y las «Seis Garantías a Taiwán», en lugar de seguir el principio de una sola China en que la parte china insiste, y la parte china ha distorsionado la política de una sola China de EE.UU.
La realidad es: ya sea el principio de una sola China o la política de una sola China, su esencia es una sola China, que es el consenso político alcanzado por China y Estados Unidos.
Solo existe una sola China en el mundo, Taiwán es parte de China y el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China. Esto se ha convertido en el consenso de la comunidad internacional y la norma básica de las relaciones internacionales.
En octubre de 1971, la XXVI Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 2758, en la que se decidía: «restituir todos los derechos a la República Popular China, reconocer a los representantes de su Gobierno como los únicos representantes legítimos de China ante las Naciones Unidas y expulsar inmediatamente a los representantes de Chiang Kai-shek de los puestos que ocupaban ilegalmente en las Naciones Unidas y en todos sus órganos».
Incluyendo a Estados Unidos, 181 países han establecido relaciones diplomáticas con China sobre la base del principio de una sola China.
La cuestión de Taiwán fue en algún momento el mayor obstáculo para la normalización de las relaciones entre China y Estados Unidos, ya que China se adhiere firmemente al principio de una sola China y no acepta niguna concesión en esta cuestión.
En 1971, Estados Unidos declaró a China su voluntad de seguir nuevos principios sobre la cuestión de Taiwán, incluido lo siguiente: Estados Unidos reconoce que solo hay una China en el mundo y que Taiwán forma parte de China; Estados Unidos no hará en el futuro ningún comentario que diga que el estatus de Taiwán queda por determinar; y Estados Unidos no ha apoyado ni apoyará ningún movimiento de la “independencia” de Taiwán.
Durante su visita a China en 1972, el presidente Richard Nixon confirmó al primer ministro Zhou Enlai los principios anteriormente mencionados. Fue así como nació el Comunicado de Shanghai.
En el Comunicado de Shanghai, el Gobierno norteamericano dejó claro que «Estados Unidos reconoce que todos los chinos de ambos lados del Estrecho de Taiwán creen que sólo hay una sola China y que Taiwán es una parte de China. El Gobierno de los Estados Unidos no discute esta posición».
Este compromiso de la parte estadounidense inició el proceso de normalización de las relaciones. Sólo cuando Estados Unidos cumplió los tres requisitos previos de «ruptura de relaciones diplomáticas, derogación de tratados y retirada de tropas» propuestos por la parte china en la cuestión de Taiwán, ésta decidió establecer formalmente relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
En el «Comunicado sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas» emitido en 1978, Estados Unidos declaró claramente que «reconoce al Gobierno de la República Popular China como el único gobierno legítimo de China y la posición de esta de que sólo hay una China y que Taiwán es parte de ella».
En el comunicado del «17 de agosto» emitido en 1982, dejó claro que: «En el comunicado conjunto emitido por el Gobierno de la República Popular China y el Gobierno de los Estados Unidos de América sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas el 1 de enero de 1979, los Estados Unidos de América reconocen al Gobierno de la República Popular China como el único gobierno legal de China y reconocen la posición de China de que Taiwán es una parte de ella.
«El Gobierno de Estados Unidos no tiene intención de infringir la soberanía y la integridad territorial de China, ni de interferir en sus asuntos internos, ni de aplicar la política de «dos Chinas» o «una China, un Taiwán»».
Sin embargo, en los últimos 40 años aproximadamente, la parte estadounidense no ha aplicado estrictamente el principio de una sola China ni las disposiciones de los tres Comunicados Conjuntos chino-estadounidenses, sino por el contrario, ha intensificado sus esfuerzos para confundir la opinión pública e intentar oscurecer y vaciar el principio de una sola China.
Por ejemplo, los prefijos de la política estadounidense de una sola China se han hecho cada vez más largos, y se han añadido elementos como la «Ley de Relaciones de Taiwán» y las «Seis garantías a Taiwán», que Estados Unidos ha inventado unilateralmente y que China no ha reconocido y a las que se ha opuesto firmemente desde el principio.
Estados Unidos difundió en la comunidad internacional la falacia de que la Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) no había resuelto el estatus de Taiwán, alegando que la política estadounidense de una sola China era diferente del principio de una sola China y que los países tenían derecho a definir su propio marco político al respecto.
De los hechos anteriores se desprende fácilmente que no se trata de una mala interpretación de la política estadounidense por parte de China, sino del continuo retroceso de la parte estadounidense respecto a sus propios compromisos, al consenso entre las dos partes y a su posición original, con el objetivo de conducir un tren «marcha atrás» en la historia, utilizando la cuestión de Taiwán para obstruir la reunificación pacífica de China, socavar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y dedicarse a «utilizar a Taiwán para controlar a China».
Instamos a Estados Unidos a respetar el principio de «una sola China» y las estipulaciones de los tres Comunicados Conjuntos chino-estadounidenses, a volver al significado original de una sola China, a poner en práctica la declaración del presidente Biden de que Estados Unidos no apoya la «independencia de Taiwán», a dejar de desinflar y vaciar el principio de una sola China, a dejar de «utilizar a Taiwán para contener a China» y a dejar de apoyar y vitorear a las fuerzas secesionistas por la «independencia de Taiwán», para no causar más daños a las relaciones entre China y Estados Unidos y a la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
http://www.cubadebate.cu/especiales/2022/08/19/el-principio-de-una-sola-china-no-puede-ser-distorsionado-ni-vaciado/