
El Día Internacional de la Mujer, anteriormente denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemora cada 8 de marzo la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre. También se usa para hacer referencia a esta conmemoración el numerónimo «8-M» en referencia al día y al mes en que se celebra.
En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin propuso y se aprobó la celebración del «Día de la Mujer Trabajadora», que se comenzó a celebrar al año siguiente: la primera conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Desde entonces se ha extendido a otros muchos países.
En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 3010, declaró a 1975 «Año Internacional de la Mujer», y en 1977 invitó a los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Debido a su origen y a los hechos trágicos que conmemora, esta fecha se utiliza para visualizar la desigualdad de género y para reivindicar la lucha por la igualdad efectiva de derechos para las mujeres en varios ámbitos. Se suele celebrar en casi todas las partes del mundo (ejemplo de ello es Italia y su «Festa della Donna»), y es día feriado en algunos países. Algunas corrientes feministas argumentan que no es un día que deba celebrarse o ser festivo debido al origen del mismo, sino que debe servir para la reivindicación de derechos.
La autora Nuria Varela en su libro Feminismo para principiantes, 2005, habla de una leyenda sobre el origen de este día y del uso del color violeta por el feminismo:
» La leyenda cuenta que se adoptó en honor a las 129 mujeres que murieron en una fábrica textil de Estados Unidos en 1908 cuando el empresario, ante la huelga de las trabajadoras, prendió fuego a la empresa con todas las mujeres dentro. Ésta es la versión más aceptada sobre los orígenes de la celebración del 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres. En esa misma leyenda se relata que las telas sobre las que estaban trabajando las obreras eran de color violeta. Las más poéticas aseguran que era el humo que salía de la fábrica, y se podía ver a kilómetros de distancia, el que tenía ese color. El incendio de la fábrica textil Cotton de Nueva York y el color de las telas forman parte de la mitología del feminismo más que de su historia, pero tanto el color como la fecha son compartidos por las feministas de todo el mundo. »
A partir de la década de 1970, algunas estudiosas del tema empezaron a investigar la historia de la fecha y concluyeron no hay un solo documento histórico que pruebe la ocurrencia del incendio el 8 de marzo de 1908. La canadiense Renée Cotê, investigó exhaustivamente en archivos estadounidenses y publicó en 1984 una de los primeros estudios sobre el tema. Contemporánea a Cotê, la estadounidense Mari Jo Buhle publicó un libro sobre la lucha de las socialistas estadounidenses entre 1870 y 1920. En la obra, la historiadora describe el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York de 1911.
Autoras como Liliane Kandel o François Picq han defendido que la vinculación con la sangrienta huelga de Nueva York o con una remota manifestación ocurrida, supuestamente, un 8 de marzo de 1857 fueron creaciones mitificadas surgidas en plena Guerra Fría para eliminar el carácter soviético que tiene el Día de la Mujer.
La mujer en la antigüedad



La historia de la mujer en la antigüedad no recibía mucha atención mediática o académica. No obstante, destacan algunas figuras, unas literarias y otras reales. Así, en la comedia Lisístrata, de Aristófanes (siglo V a. C.), de la antigua Grecia, se encuentra un referente literario de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para forzar a que pongan fin a la guerra.
La figura de la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (370-415), asesinada de modo brutal, se reivindica como paradigma de la mujer científica y libre, icono de la libertad de pensamiento y la autonomía personal de la mujer.
La mujer en la Revolución francesa (1789)




Durante la Revolución francesa, las mujeres marcharon hacia Versalles, junto a los hombres, en reclamo de igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y fraternidad». Pronto, ellas tomaron consciencia de que la lucha de clases no contemplaba su género, esto es, la plena igualdad social de la mujer por la que debían luchar.
Eso devino en las primeras peticiones formales de derechos políticos y ciudadanía. Así lo refleja la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, redactada en 1791 por Olympe de Gouges que copiaba en buena medida la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789, el texto fundamental de la revolución francesa. Es uno de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación a los varones así como el sufragio femenino.
La reivindicación de la igualdad de la mujer y el movimiento obrero





En sus inicios, finales del siglo XVIII y principios del XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de la mujer tomen fuerza: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron los movimientos sufragistas, de origen burgués, con figuras como Flora Tristán.
Los primeros grupos feministas en el movimiento obrero tendrán como gran aliado teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado y surgirán dentro de los movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo, la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales.
La discriminación de la mujer señalada por la ONU
En diferentes informes publicados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en términos globales, en todo el mundo las mujeres están por debajo de los varones en todos los indicadores de desarrollo sostenible, las desigualdades de género se observan en que las mujeres conforman casi dos tercios de los analfabetos del mundo, se habla de feminización de la pobreza porque la mayoría de los pobres del mundo son mujeres, las mujeres tienen menos acceso a los servicios sociales básicos que los varones, las mujeres tienen 11 puntos porcentuales más de probabilidad de no tener comida, la brecha salarial muestra que las mujeres ganan menos dinero que los varones por el mismo trabajo, y aún las que están más educadas que ellos consiguen trabajos de menor jerarquía, existen 39 naciones en las que los hijos varones tienen derechos de herencia que las hijas mujeres no, y solo el 2% de la tierra del planeta pertenecen a mujeres mientras que el 98% son de varones, aunque las mujeres son las responsables de recolectar el agua en el 80 % de las casas sin agua corriente, en 30 países se continúa realizando la mutilación genital femenina y hay por lo menos 200 millones de mujeres operadas, dos tercios de las víctimas de trata de personas son mujeres, las mujeres representan la gran mayoría de las víctimas detectadas que fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, en muchos casos el 94 % de las víctimas de trata para explotación sexual son mujeres, mujeres y niñas son víctimas de secuestro con fines violentos y sexuales en vez de por pedido de dinero, en muchos casos las mujeres son quienes comen últimas en la familia, muchas mujeres aún no pueden elegir esposo y cada 2 segundos una niña es forzada a matrimonio infantil en el planeta, en muchos países todavía existen códigos legales que obligan a la mujer a obedecer a su esposo, en líneas generales, el hecho de nacer mujer supone un grave peligro en cualquier lugar del mundo debido a la denominada violencia machista.

https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_la_Mujer