Según su directora, Florence Schechter, contrario a lo que pudiera pensarse, la flamante institución no tiene fines eróticos, sino que pretende enfrentar el estigma que rodea a esa parte de la anatomía ginecológica femenina.
la100.cienradios.com
Londres, nov (Prensa Latina) El populoso barrio londinense de Camden tiene desde elsábado otra atracción que mostrar a los miles de turistas que lo recorren a diario: el Museo de la Vagina, primero de su tipo en el mundo.
Según su directora, Florence Schechter, contrario a lo que pudiera pensarse, la flamante institución no tiene fines eróticos, sino que pretende enfrentar el estigma que rodea a esa parte de la anatomía ginecológica femenina.
El Museo de la Vagina es muy importante porque esa zona del cuerpo está tan estigmatizada que tiene consecuencias reales a nivel global, como lo demuestra el hecho de que muchas mujeres sienten vergüenza de hacerse una prueba citológica para la detección precoz del cáncer uterino, aseguró Schechter a la prensa.
En consecuencia, la primera exposición que se presentará en el local ubicado en el céntrico mercado de Camden está dedicado a derribar algunos mitos que rodean ese órgano femenino, sobre todo en lo relacionado con la higiene, apariencia, menstruación, sexo y anticonceptivos.
‘Casi el 50 por ciento de la población mundial tiene una. La mayoría de nosotros vino al mundo a través de una. Sin embargo, las vaginas y el resto de la anatomía ginecológica son todavía un tema tabú’, asevera un cartel a la entrada de la exhibición.
Nuestra prioridad es luchar contra los tabúes alrededor de nuestro cuerpo, y brindar un lugar donde podamos tener una conversación franca y honesta sobre el tema, agregó la directora, quien afirmó que la idea surgió después de descubrir que en Islandia existe un museo del pene.
Además de la muestra y de los conversatorios, el espacio servirá de escenario para montar obras de teatro y presentar libros sobre literatura feminista.
Cuenta también con un programa para promover el sexo saludable, con la asistencia de profesionales, y una tienda de souvenirs donde los visitantes podrán adquirir desde aretes en forma de vagina hasta tazas con ese diseño.
Lejos de generar rechazo, la idea de Schechter tuvo una buena acogida dentro de la comunidad médica y científica londinense, como reflejan las declaraciones que recoge la prensa local.
Para la vicepresidenta del Colegio Real de Obstetricia y Ginecólogos, Alison Wright, por ejemplo, el museo tiene una importante enorme, por promover la conversación sobre la salud de la mujer.
La presidenta del Consejo de Camden, Georgia Gould, también se mostró complacida de que su barrio sea la sede de tan singular institución.
Camden tiene una larga historia de lucha contra los prejuicios y la ortodoxia. Sin embargo, reconocemos que el estigma que conlleva hablar de la salud ginecológica significa ignorancia, confusión, vergüenza y un pobre cuidado médico para muchas mujeres, señaló.
La preocupación de Gould y de otras personas como la curadora de la exposición, Sarah Creed está reforzada por los datos de una encuesta de marzo de este año que se muestran en uno de los paneles, donde se refleja que la mitad de los británicos no sabía identificar o describir la función de la uretra, los labios o la vagina.