El abogado Nick Gutiérrez no nació en Cuba sino en Miami, producto del exilio voluntario de sus padres. Foto: El País.
¿Nick, no cree usted exagerado quitarle sus propiedades a los campesinos cubanos?
“Así era antes; ellos no eran dueños de esas tierras. Esas son propiedad de mi familia”.
¿Y los propietarios de viviendas en Cienfuegos, en las tierras que antes pertenecían a su familia?
“No hay necesariamente que botarlos, yo podría llegar a un acuerdo con ellos; el único problema es que me deben 50 años de alquileres, pero podríamos llegar a un acuerdo para que me vayan pagando todo lo que me deben y a partir de ahora vuelven a pagarme los alquileres, porque el dueño soy yo, y mi familia”.
Así respondió ante los cuestionamientos de la prensa, Nick Gutiérrez, el abogado de origen cubano que al amparo de la Ley Helms Burton se cree el dueño de medio Cienfuegos y otras propiedades en Cuba.
Nick ha sido una de las figuras clave en la reciente activación del Título III de la llamada Ley Garrote contra Cuba, y un gran promotor de acciones legales contra personas y entidades que son dueñas o inversionistas en diferentes propiedades nacionalizadas al triunfo de la Revolución. Años antes participó incluso en la redacción de la propia ley.

La familia de Nicky tuvo importantes vínculos con Batista, y era dueña de varios ingenios azucareros, diversas fincas para la cría de ganado, un banco y una compañía de seguros, entre otras propiedades, sobre todo en la región Central de Cuba.
El jurista cubano-estadounidense ha aumentado su fortuna asesorando a decenas de exiliados de origen cubano cuyas propiedades fueron nacionalizadas y prometiendo demandas contra empresas hoteleras como Meliá o Iberostar.
Su objetivo es básicamente: “presionar con la amenaza de la demanda colgando sobre sus cabezas como una espada de Damocles para que los lleve a buscar un acuerdo económico”. Las acciones pretenden incluso la revocación de visas para empresarios y sus familias.
Este personaje es bisnieto del empresario de origen español Nicolás Castaño Capetillo, quien a comienzos del siglo pasado era considerado el hombre más rico de todo Cienfuegos y uno de los más acaudalados del país.
Durante la administración de W. Bush, Gutiérrez en su condición de presidente de la Asociación de Hacendados Cubanos en Estados Unidos, recomendó limitar a una vez cada tres años las visitas de los ciudadanos cubanoamericanos a la isla.
Porque, precisamente la esencia de la plena activación de la Helms-Burton, una ley injusta e legal, es la misma de antaño: destruir a la Revolución.
Desde la Perla del Sur la sociedad civil rechaza estas nuevas agresiones, con una contundente reafirmación de que Cienfuegos va por más y como afirmó uno de nuestros trabajadores: “a Nick Gutiérrez, que siga soñando; Cienfuegos es de los cienfuegueros”.
Tomado de Medium.com