Si quiere bajar de peso, es posible que solo baste con adelantar las comidas entre 60 y 90 minutos. (Foto: pt.kisspng.com)
A cargo de YAMILA BERDAYE
Pudiera ser un no a las dietas si se adelantaran las horas de desayuno y comidas para perder peso corporal, según indican autores de un reciente estudio sobre el tema.
Un equipo de científicos de la Universidad de Surrey, Reino Unido, ha llevado a cabo un estudio preliminar para saber cómo afectan las modificaciones en el horario de las comidas a la ingesta diaria de calorías y a algunos indicadores de salud como el riesgo cardiovascular o la diabetes.
La novedad fue que no se impuso un tipo de dieta concreta, y los voluntarios debían ingerir alimentos de manera normal. De esta forma se estudió también cómo afectaban los horarios al apetito y la ingesta de calorías. Uno de los resultados más llamativos fue que los participantes que adelantaron sus comidas perdieron más del doble de grasa corporal y aunque son datos preliminares, los autores confían en que podría concluirse que la dieta de restricción en el tiempo puede tener beneficios para la salud.
Las personas que adelantaron sus horarios acababan comiendo menos: un 57 por ciento de los participantes indicó que había reducido su ingesta calórica, debido fundamentalmente a que llegaban a las comidas con poco apetito y a que picoteaban menos entre horas, sobre todo por las tardes.
Otra posibilidad, aunque en hipótesis, es que el hacer un período de ayuno nocturno más largo pudiera ser factor de reducción de grasa corporal. Estudios similares de la Universidad de San Diego han explorado esta idea, aunque con moscas y no con humanos, y encontraron que los ayunos nocturnos de 12 horas protegen el corazón frente al envejecimiento. Otro trabajo llevado a cabo en el Instituto Salk de Estudios Biológicos, California, concluía que comer siempre a la misma hora reduce el riesgo de obesidad y diabetes.
Ahora, el problema es saber sí, ¿es factible un cambio tan radical en los horarios de las comidas? Más de la mitad de los participantes en el estudio confesó que le era imposible mantener esos horarios, porque son incompatibles con su vida personal y familiar.
Otro grupo reivindica la necesidad de seguir un horario de comida tarde, lo que provoca entonces acostarse a dormir con la barriga llena, cuestión que aseguran los médicos como poco saludable.
De cualquier manera, la investigación proporciona información valiosa sobre cómo ligeras alteraciones en nuestros horarios de comida pueden ser beneficiosas para el organismo. “La reducción de grasa corporal limita el riesgo de desarrollar obesidad y enfermedades relacionadas, por lo que es vital para mejorar nuestra salud en general”, indica Jonathan Johnston, uno de los autores. “Sin embargo, hemos comprobado que estas pautas son difíciles de seguir y no siempre son compatibles con la vida familiar y social. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que sean flexibles y favorezcan la vida real”. El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Nutritional Sciences.